miércoles, 10 de noviembre de 2010

"Ningunear": El verbo mediático

Hablando de todo un poco, hoy a la tarde pensaba en una propiedad del lenguaje que permite crear nuevas expresiones en forma constante y atendiendo a las necesidades comunicativas de los hablantes, me refiero a la llamada productividad del lenguaje. He observado asimismo que, durante los últimos años y precisamente con este fin, se ha sumado un nuevo verbo a la interminable lista de los regulares intransitivos: el verbo "ningunear". Comunmente utilizado como sinónimo de "defenestrar, humillar o rebajar" este verbo posee una raíz etimológica bastante curiosa que alude a un acto o comportamiento particular: el hecho de rebajar al ser humano a la categoría de "ninguna cosa". También resulta curioso, y me permito destacar con especial énfasis, el hecho de que el campo de acción de dicho verbo se sitúa en el ambiente televivisivo, teatral y mediático en general. Pero he aquí lo interesante, el acto de enunciar el verbo supone de por sí que su enunciador se concibe a sí mismo como "alguna cosa" y que por lo tanto el interlocutor a quien va dirigido será la "ninguna cosa" en cuestión.

El ejemplo siguiente nos aclarará el panorama:

"María ninguneó a Juan" = María: Actante / Juan: Objeto paciente
María y Juan: participantes del evento comunicativo

Resulta claro aquí que María se considera a sí misma como algo digno de ser "alguna cosa", o por lo menos así lo hace durante el intercambio comunicativo. Juan, por otra parte, deviene en la categoría de "no-cosa" o "ninguna cosa" a partir de ser ninguneado por María.

Ahora contextualicemos el ejemplo precedente. Juan es un conocido actor y comediante de la farándula argentina, ha trabajado en numerosas producciones teatrales a nivel nacional y es digno de cierto reconocimiento y prestigio en el ambiente artístico (o pseudo-artístico). María, en cambio, es una popular mediática, pero parte de su popularidad y fama, como la vida de los picaflores, es casi efímera. Una soleada tarde de abril, María profiere una serie de insultos y humillaciones hacia Juan, y dichas increpancias son escuchadas por televisión a un horario pico, y en un programa de audiencia considerable. Juan se entera al poco tiempo las declaraciones de María pues ha sido informado por una persona allegada a él (quizás su contador). Juan, se arma de fuerzas y, contrariamente a lo que habría hecho en otra oportunidad, quizás en otra época, puesto que su naturaleza no es del tipo mediática ni confrontativa, le contesta a María, también públicamente, también en un horario pico, y en un programa de televisión que maneja aproximadamente los mismos niveles de rating que el anterior. Finalmente, luego de una serie de consideraciones y elucubraciones sobre la vida de María y las circunstancias que la llevar a hacer tal acusación, Juan declara:

"María, no me ningunees"

Aunque esto parezca un absurdo, debo decir que no es la intención. La solemnidad y el tratamiento teórico que le he dado a ciertos temas proceden directamente del interés que me sugiere la aparición del verbo "ningunear" y su relación directa con el entorno comuncativo en que es comunmente proferido, esto es, la situación espacio-temporal. Ahora contextualicemos aún más nuestro ejemplo. Juan es un nombre elegido al azar entre muchos otros, ciertamente afectado por la escasa creatividad que me ocurre en este momento. Juan es un pseudónimo para Anibal Pachano. María, a su vez, es una entidad abstracta creada con los fines específicos de corresponderse con cualquier vedetonga emergente de la farándula argentina acual. Vamos a proponer, sólo por proponer, sólo por aburrimiento, una identidad concreta para María. María es pues, Amalia Granata. Este episodio no es fidedigno, lo inventé recurriendo a la memoria de otros acontecimientos similares y asociaciones con otros personajes asimismo similares. Anibal Pachano y Amalia Granata han tenido confrontaciones y peleas públicas en el espacio televisivo, probablemente algo similar haya ocurrido, pero repito, este episodio no es completamente veraz. Lo que me interesa remarcar con todo este retanteo es el fenómeno de la conciencia de sí en las entidades mediáticas: la pugna entre alter egos y altos egos, la necesidad de negación de la conciencia ajena con fines de afirmación de la propia, que al parecer se encuentra altamente debilitada. Vaya uno a saber...

5 comentarios:

  1. Por favor, postea más seguido.
    Entro por primera vez, pero me ha gustado tu blog.
    Los textos son oportunos y me gusta la simpleza de tu blog.
    Besos y felicitaciones.

    EDUARDO

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  2. jaja muy gracioso che. Esto demuestra que pueden surgir cosas muy interesantes a partir de la combinación entre mirar "Este es el show" y estudiar para el final de Introducción a la lengua y la comunicación. Besos! soy Macchi

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  3. Pd: esto también me aclaro muchas cosas, puesto que yo pensaba que la palabra era "lingunear". Ahora cobró un poco de sentido. Nuevamente soy Macchi, firmando como anónimo, no sé por qué.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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