lunes, 23 de enero de 2012

¿Y ahora José?

¿Y ahora José?
La fiesta se acabó,
la luz se apagó,
el pueblo perdió,
la noche enfrió.
¿Y ahora José?
¿Y ahora, usted?
¿Usted que es sin nombre,
que se burla de los otros,
usted que hace versos,
que ama, protesta?
¿Y ahora, José?

Está sin mujer,
está sin discurso,
está sin cariño,
ya no puede beber,
ya no puede fumar,
ya no puede escupir,
la noche enfrió,
no veo el día,
no veo el tranvía,
no veo la risa,
no veo la utopía,
y todo cayó,
y todo huyó,
y todo burló,
¿Y ahora José?

¿Y ahora José?
su dulce palabra,
su instante de fiebre,
su gula y ayuno,
su biblioteca,
su lanza de oro,
su terno de vidrio,
so incoherencia,
su odio-¿y ahora?

Con la llave en la mano
quiere abrir la puerta,
no existe puerta;
quiere morir en el mar,
pero el mar se secó;
quiere ir a Minas,
Minas no hay más.
José ¿y ahora?

Si usted gritara,
si usted gimiera,
si usted tocara el vals vienés,
si usted durmiera,
si usted se cansara,
si usted muriera...
Pero usted no puere,
¡usted es duro, José!

Solo en lo oscuro
sin teogonía,
cual bachaco,
sin pared alguna
para recostarse,
sin caballo negro
que huya al galope
¡usted marcha, José!
José, ¿a donde?

Carlos Drummond de Andrade. Salmos compulsivos.

domingo, 15 de enero de 2012

quiero irme a ny a verte


Ceros y Unos

Lenguaje de la tecnología digital que simplifica la información en estímulos positivos y negativos. Nosotros usamos diez signos numéricos que van del 0 al 9, pero la máquina no puede trabajar con parámetros antropológicos. Todo lo que se escribe a base de diez se puede escribir, por combinatoria, a base de dos.

No se qué tiene que ver esto con los "Alienígenas ancestrales", el programa que estoy viendo ahora en HISTORY, pero me pregunto si alguna vez podría el lenguaje humano asimilarse al lenguaje digital, reducirse a un mundo binario y traducirse en unidades mínimas por combinatorias de ceros y unos. Y es una buena idea y hasta un buen comienzo para un relato de ciencia ficción, y capaz que resultaría muy logrado, dependiendo de cómo esté contado... Pero después algo me pasa y no me dan ganas de escribir y prefiero quedarme pensándolo. Es mucho más divertido pensar que escribir. Yo soy más bien del cero-type...


sábado, 7 de enero de 2012