martes, 10 de noviembre de 2009

El Corderito

Cuando éramos más chicas, mi hermana y yo, antes de Navidad comprábamos un corderito. Lo manteníamos en el patio de la casa. Le poníamos nombre, por ejemplo, Luchito. Lo queríamos, le dábamos pastito, mucho cariño. Nos pasábamos abrazados todo el tiempo. Era nuestro mejor amigo. El corderito. Era hermoso con su lanita suave y blanca. Se dejaba querer, lo queríamos. Era lo mejor de la vida. Lo sacábamos a pasear, con un lazo para que no se escapara. Era maravilloso. La verdad que todos en la casa lo amábamos. Luchito era nuestro motivo y razón de existir. La abuela me decía ‘andá a ver cómo está Luchito’, y yo partía corriendo al patio para ver a mi amigo Luchito, el corderito. Lo alimentábamos muy bien. Era el centro de nuestra atención. Era el ser viviente más importante de nuestra casa y de mundo.

Luego llegaba el 25 de Diciembre y todos estábamos muy contentos. Matábamos a Luchito y la verdad que era exquisito.

2 comentarios:

  1. Mi amorcito el corderito, me cayó una lagrima cuando escuché del pobresito...Luchito...Me hace acordar a Benito; piringunchito. Irene lo llegás a tocar a Benito y te hago picadito.
    Audrey

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  2. "pobesito el piringunchito aaay lo vas a matar?? este bloc me da miiedo jajaaj

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