"Sacudí el sudor y el sol. Comprendí que había
destruido el equilibrio del día, el silencio excepcional de una playa en la que
había sido feliz. Entonces, tiré aún cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el
que las balas se hundían sin que se notara. Y era como cuatro breves golpes que daba en la puerta de la desgracia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario